Con 130 legisladores presentes, la Cámara Baja abrió una sesión clave que enfrenta al Gobierno con un bloque opositor unificado. La jornada estuvo marcada por tensiones, denuncias y la licencia de José Luis Espert.
Redacción Periodismo Parlamentario ✍️ Diario Digital CM24HORAS
La Cámara de Diputados logró abrir este miércoles una sesión especial tras alcanzar el quórum con la presencia de 130 legisladores, en una jornada de alta tensión política. En el temario figuran temas sensibles: la revisión de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Javier Milei, el Presupuesto 2026, la emergencia en discapacidad y una serie de pedidos de informes al Poder Ejecutivo.
El debate sobre los DNU promete ser el punto más caliente del día. El proyecto impulsado por la oposición busca limitar la capacidad del Presidente de gobernar por decreto, permitiendo que estos instrumentos puedan ser rechazados por una sola cámara del Congreso. Si la iniciativa prospera, el oficialismo ya anticipa que el Gobierno podría vetarla.
En medio de este clima, se sumó un nuevo escándalo político. El diputado radical Facundo Manes denunció haber sido amenazado por el titular de la Cámara Baja, Martín Menem, en los pasillos del Congreso. “El presidente de la Cámara de Diputados me acaba de amenazar. Me dijo: ‘Rogá que no haya quórum, te vamos a hacer mierda’”, publicó Manes en sus redes. La denuncia generó un fuerte revuelo en el recinto y agravó el clima de confrontación.
Por otra parte, el diputado libertario José Luis Espert presentó un pedido de licencia “por motivos personales” hasta el 8 de diciembre, el mismo mes en que concluye su mandato. La decisión llegó tras una intensa presión opositora que reclamaba su expulsión. Días atrás, Espert había renunciado a la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en medio de cuestionamientos por su rol en el debate fiscal.
El oficialismo intentó impedir la licencia para no perder un voto clave en una sesión donde cada número cuenta, pero finalmente cedió.
Mientras tanto, el debate continúa en el recinto con un eje central: la disputa por los límites al poder presidencial y el rol del Congreso en el control institucional.





