ECONOMÍA | INDUSTRIA LÁCTEA
Productores argentinos apuestan por la innovación y la exportación con un modelo industrial de alto valor agregado.
Redacción Central ✍️ Diario Digital CM24HORAS
Un grupo de productores argentinos dio un paso histórico al adquirir una planta de Nestlé en Nogoyá (Entre Ríos) y reconvertirla en un centro de producción de leche en polvo y fórmulas nutricionales exportables. La empresa La Sibila, liderada por el Grupo Los Lazos, pasó así de ser un conjunto de tambos a convertirse en un actor industrial con presencia internacional.
El movimiento marcó un cambio de rol clave: de productores de leche fluida —un alimento perecedero que debía venderse a diario— a industriales capaces de procesar, transformar y exportar. Según su director, Luis Filippi, el salto permitió “integrar todo el proceso y agregar valor a la producción local”.
La compra implicó adaptar instalaciones, incorporar tecnología y certificar calidad internacional, cumpliendo con los requisitos de los mercados más exigentes. Hoy, La Sibila produce fórmulas infantiles, leche en polvo y productos deshidratados con destino a distintos países de América, Asia y Europa.
“El mundo está necesitando leche, y Argentina tiene las condiciones ideales para crecer en producción por su tierra, agua y alimento”, señaló Filippi al destacar la vocación exportadora del proyecto.
Entre las ventajas estratégicas del modelo se destacan la integración vertical, el acceso a mercados premium y la posibilidad de reducir riesgos al transformar los excedentes de leche fluida en productos de valor agregado.
El caso de La Sibila se consolida así como un ejemplo de innovación cooperativa y tecnológica, que demuestra que la reconversión industrial puede abrir nuevas oportunidades para la lechería argentina y posicionarla con fuerza en el escenario sudamericano.
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