Malestar en el personal municipal por la decisión del Ejecutivo de suspender los festejos y limitar el reconocimiento al simple asueto del 7 de noviembre.

La Municipalidad de Tunuyán emitió el Decreto N° 1138, firmado por el intendente Emir Andraos, en el que se establece el asueto administrativo para el viernes 7 de noviembre de 2025 con motivo del “Día del Empleado Municipal Argentino”, que se celebra el 8 de noviembre en todo el país.

Hasta ahí, nada fuera de lo común. Sin embargo, la medida generó malestar y fuertes críticas dentro del personal municipal, ya que el Ejecutivo decidió no realizar la tradicional cena ni los sorteos que cada año servían como reconocimiento al esfuerzo de los trabajadores.

El decreto, de tono meramente administrativo, se limita a disponer el asueto y garantizar guardias mínimas en las distintas áreas, pero no menciona ningún tipo de celebración, agasajo o agradecimiento hacia el personal, algo que fue leído por muchos como un gesto de indiferencia y castigo político.

“Los que realmente laburan no tienen ni cena ni reconocimiento, mientras los acomodados siguen intactos”, expresaron con enojo varios empleados consultados por este medio.

Dentro del municipio, la decisión fue interpretada como «una venganza interna tras los últimos resultados electorales», donde el oficialismo no logró consolidar el apoyo esperado. La falta de explicaciones públicas por parte del Ejecutivo alimentó el descontento y el rumor de que se busca disciplinar a quienes no se alinean políticamente.

Históricamente, el Día del Empleado Municipal en Tunuyán fue una jornada de encuentro, camaradería y reconocimiento, con sorteos, música y una cena que reunía a todo el personal. Este año, en cambio, el feriado llegará con silencio institucional y mal clima laboral, en medio de acusaciones de “ñoquismo” y desmotivación general.

La gestión municipal, que se autoproclama cercana a la transparencia y al reconocimiento del trabajador, parece haber olvidado la importancia de valorar a quienes sostienen el funcionamiento diario del Estado local.

En Tunuyán, el asueto se cumple, pero la celebración brilla por su ausencia.

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