La Ciudad recuperó uno de sus tesoros más emblemáticos con una restauración que pone en valor el patrimonio histórico y cultural del Rosedal de Palermo.
Redacción Central ✍️ Diario Digital CM24HORAS
El emblemático Patio Andaluz del Rosedal de Palermo reabrió sus puertas tras una restauración integral que le devolvió su esplendor original. Es la primera intervención de magnitud desde 2008 y forma parte del plan de conservación del patrimonio urbano de la Ciudad de Buenos Aires.
La obra, iniciada en enero, se realizó bajo un criterio de restauración conservativa integral, con tareas de limpieza, consolidación de superficies y recuperación de piezas decorativas como mayólicas, olambrillas, teselas y azulejos. Todo el proceso se basó en documentación histórica y fotográfica para preservar la autenticidad del diseño original.
“Tenemos más de 2 mil piezas de arte en el espacio público, y son las que le dan identidad y carácter histórico a la Ciudad. No solo reparamos los daños físicos, sino que trabajamos con rigor para garantizar que cada pieza conserve su autenticidad. Preservar el patrimonio tiene que ser un esfuerzo colectivo”, afirmó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.

“Buenos Aires es un museo a cielo abierto y el Patio Andaluz es una parte histórica de nuestro patrimonio. Cada fuente, banco o cúpula nos recuerda quiénes fuimos y quiénes queremos ser. Invertir en nuestra cultura significa proyectar el futuro de la Ciudad, que es la más linda del mundo”, sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, en el Patio Andaluz
Los trabajos incluyeron la restauración de la fuente central con su histórica dedicatoria, una fuente secundaria, ocho escaleras, pisos hundidos, barandas, columnas de hierro, la pérgola y bancos tanto interiores como exteriores. El entorno, enmarcado por 8 mil rosas de 93 especies distintas, volvió a lucir en todo su esplendor.
El Patio Andaluz celebró el 13 de octubre su 96° aniversario, aunque su origen se remonta a 1923, cuando el intendente Carlos Noel convocó al arquitecto y paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier para proyectar mejoras en los espacios verdes porteños. De esa colaboración surgió la idea de crear un “jardín español” para el acceso al Rosedal.
Los materiales que dieron forma al patio llegaron desde Sevilla en 1926 a bordo del buque Mont Genèvre. La dirección de los trabajos en el Parque 3 de Febrero estuvo a cargo de Carlos León Thays, hijo del reconocido paisajista francés que transformó la fisonomía verde de Buenos Aires.
Hoy, casi un siglo después, el Patio Andaluz vuelve a brillar como símbolo de la amistad entre Buenos Aires y Sevilla, y como un homenaje al valor de la preservación patrimonial en el corazón del Parque 3 de Febrero.

