UN MILITAR VUELVE A DEFENSA TRAS 41 AÑOS: EL PERFIL DE CARLOS ALBERTO PRESTI, EL NUEVO MINISTRO

UN MILITAR VUELVE A DEFENSA TRAS 41 AÑOS: EL PERFIL DE CARLOS ALBERTO PRESTI, EL NUEVO MINISTRO

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La llegada del teniente general marca un punto de inflexión en la relación entre las Fuerzas Armadas y el poder político desde 1983.

El Gobierno nacional anunció la designación del teniente general Carlos Alberto Presti como nuevo ministro de Defensa, en reemplazo de Luis Petri, quien asumirá su banca en el Senado el 10 de diciembre. La decisión implica un hecho inusual en la historia reciente del país: por primera vez desde el retorno democrático, un militar en actividad ocupará la conducción política del área de Defensa.

El nombramiento fue confirmado el sábado por la tarde y coincidió con otro movimiento de peso dentro del Gabinete: la salida de Patricia Bullrich del Ministerio de Seguridad y la promoción de Alejandra Monteoliva como su reemplazante. Ambos cambios reconfiguran la estructura política del Gobierno de Javier Milei en la antesala del inicio del segundo tramo de su mandato.

El recorrido de Presti en las Fuerzas Armadas

Presti, de 63 años, es una figura de larga trayectoria en el Ejército Argentino. Nacido en 1962, ingresó al Colegio Militar en 1979 y egresó como subteniente de Infantería. Desde entonces, transitó diferentes destinos operativos y ocupó puestos de conducción, planificación y coordinación estratégica.

Su papel dentro de la institución tomó mayor visibilidad desde diciembre de 2023, cuando Milei lo eligió para ejercer la jefatura del Estado Mayor General del Ejército, cargo que mantuvo hasta su designación como ministro.

El nuevo titular de Defensa es hijo del coronel Roque Carlos Presti, quien comandó el Regimiento de Infantería 7 de La Plata durante la última dictadura militar. Aunque ese dato histórico vuelve a aparecer en el debate público, en el Gobierno destacan que la designación responde al criterio de “mérito profesional” y a la intención de dar un giro simbólico en la relación con las Fuerzas Armadas.

Un cambio que rompe una tradición democrática

Desde 1983, cuando Raúl Alfonsín inició su presidencia, la conducción del Ministerio de Defensa estuvo siempre en manos civiles. Ese esquema buscó marcar distancia de las prácticas del pasado y consolidar el control político sobre la estructura militar.

La llegada de Presti rompe esa tradición y abre una nueva discusión.

 

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