Lula destacó la “madurez diplomática” que destrabó el conflicto y anticipó nuevas rondas de negociación con Washington.
Brasilia.— El Gobierno brasileño dio por inaugurada una “nueva fase” en su relación económica con Estados Unidos luego de que la administración de Donald Trump confirmara la eliminación del arancel extraordinario que pesaba sobre exportaciones agrícolas claves del país. La medida representa el primer avance concreto tras meses de fricciones y abre margen para futuras conversaciones.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva valoró públicamente la decisión y la interpretó como un gesto que devuelve previsibilidad al comercio bilateral. Desde São Paulo, donde encabezó la apertura del Salón Internacional del Automóvil, el mandatario afirmó que el alivio arancelario es parte de un proceso “construido con paciencia y sin caer en provocaciones”.
El anuncio desde Washington implicó la retirada del recargo del 40% aplicado sobre productos como carne, café, mango, tomate y otras frutas tropicales. Según fuentes del Itamaraty, algunas de estas exenciones quedarán atadas a calendarios estacionales para acompañar ciclos de cosecha y demanda interna en Estados Unidos.
Diplomacia de larga distancia
La distensión llega después de un período de tensión marcado por las sobre–tarifas impuestas por Trump y un clima político enrarecido tras las causas judiciales contra Jair Bolsonaro. La relación recién comenzó a recomponerse luego de un breve intercambio en la Asamblea General de la ONU y una posterior reunión bilateral en Kuala Lumpur, que permitió reinstalar el diálogo directo entre ambos jefes de Estado.
La Cancillería brasileña, en un comunicado difundido este jueves, subrayó que Brasil seguirá impulsando la eliminación del resto de las medidas extraordinarias aún vigentes. Para el palacio de Itamaraty, el paso dado por Washington “refuerza la importancia de mantener canales abiertos incluso en escenarios de desacuerdo”.
“Respeto y serenidad”
Ante empresarios del sector automotor, Lula recordó que evitar respuestas impulsivas fue clave para preservar margen de negociación. “Cuando otros se apuraron, nosotros preferimos esperar a que bajara la temperatura”, ironizó, en referencia al momento más crítico del conflicto comercial.
El gobierno brasileño considera que el levantamiento parcial de tarifas puede facilitar un acuerdo más amplio en materia agrícola y abrir espacio para visitas oficiales de alto nivel en los próximos meses.
Mientras tanto, sectores productivos celebraron el gesto estadounidense y esperan una mejora inmediata en la competitividad de los envíos hacia el mercado norteamericano, especialmente en alimentos frescos y procesados.
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