La transparencia en la gestión de recursos se pone en jaque ante las sospechas de irregularidades y vínculos con el narcotráfico y el lavado de activos.
Tunuyán se encuentra en el centro de un escándalo que sacude a la obra social OSPAV y a la fundación VITIS Salud, luego de que salieran a la luz denuncias contra María Belén Anchi, secretaria general de SOEVA Tunuyán. Las acusaciones apuntan a irregularidades durante su gestión como vicepresidente de OSPAV, incluyendo manipulación de fondos y recursos que habrían afectado negativamente los servicios ofrecidos a los afiliados.
Lo más grave del caso es la supuesta vinculación entre María Belén Anchi y la empresa vitivinícola Pulenta, cuyo propietario fue detenido por delitos relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero. Según fuentes cercanas a la investigación, se sospecha que Anchi habría colaborado en operaciones financieras ilícitas vinculadas a estas actividades delictivas.
A estás acusaciones se le suman las extorsiones y amenazas que reciben los trabajadores por parte de la secretaria general de Soeva Tunuyán María Belén Anchi. El vínculo con el narcotráfico y el lavado de activos pone en jaque la gestión al frente del sindicato de los trabajadores Vitivinicolas.
A este escándalo se suma una serie de investigaciones en Mendoza relacionadas con vínculos de actividades ilícitas de María Belén Anchi y su vinculación con el narcotráfico y el lavado de activos.
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